CÓMO ERA SAN NICOLÁS
La iglesia de San Nicolas es, como todas las románicas, de planta de cruz latina. El brazo largo de la cruz se llama transepto y estaba cubierto con bóveda de cañón apuntado (aún podéis ver los arranques de esta bóveda).
En los brazos de la cruz se instalaron sendas capillas. En el sur Santa Cruz de la Guardia, que aún podéis observar, dónde contemplareis las pinturas de Santo Tomas de Canterbury.
En el norte, la desaparecida capilla de Santa Catalina situada simétrica a la mencionada capilla sur.
En el norte, la desaparecida capilla de Santa Catalina situada simétrica a la mencionada capilla sur.
En este mismo muro norte se abría la famosa fachada que hoy está incrustada en la iglesia de San Juan de Rabanera. Lo curioso es que la norma del románico era abrir las puertas hacia el sur (para hacer más cálida la entrada por la luz del sol), pero la orientación hacia el norte de la calle real hizo abrir el acceso hacia este punto cardinal de la ciudad.
Es de destacar el estilizado ábside, que contrasta con los oscuros y macizos templos de alrededor, indicador indiscutible de su relación con la nobleza.
La torre, de planta rectangular, guarda en su muro este un epitafio conmemorativo del fallecimiento de un personaje importante para San Nicolás en la era de 1.261, es decir el año 1223."OBIT:DON:ELFA
XVI:KLS:IVLII
ERA:M:CC:LXI
III....."
En el muro sur se abren dos puertas con arco de medio punto, a las que se accedía desde el desaparecido pórtico.
La inclinación de la calle real obligó al arquitecto a construir una cripta para allanar el terreno y así poder construir el templo sin desnivel alguno.