Proceso de ruina
Uno de los últimos párrocos de San Nicolás, D.Victor Núñez, realiza una memoria en la que nos relata los acontecimiento que desde mediados del S.XIX llevaron el templo a su actual estado.En 1858 el ingeniero de Obras Públicas hace un informe para el Ayuntamiento en el que señala numerosas grietas y el desplome de pilares y arcos torales. Finaliza el informe constatando el inminente hundimiento del edificio, con peligro para las edificaiones circundantes, por lo que se aconseja su derribo.
En 1885 el párroco de San Nicolás sirve ya para la iglesia de San Clemente dónde se llevó el ajuar litúrgico.
Dicho párroco fue la figura que más enconadamente trabajó para evitar el derribo total del edificio, solicitando ayuda al obispado de Osma. El obispo finalmente determina su derribo parcial hasta resolver el destino del edificio. Este desmantelamiento significó a la postre la ruina total del sector norte del edificio.
En 1904 la Comisión Provincial de Monumentos pasó un informe a la Central constatando la amenaza de inminente desplome de la rica portada, por lo que esta fue trasladada en 1908 a la iglesia de San Juan de Rabanera.
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